La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció con gran ruido que la final de la Copa Libertadores, a disputarse el 30 de noviembre, sería en el Estadio Monumental de River Plate. Y el condicional cobra total validez, porque los últimos resultados en la semifinal del torneo continental más importantes de clubes en Sudamérica puede hasta cambiar de escenario.

La contundente victoria de Atlético Mineiro por 3-0 a River, anfitrión del recinto, puso una nota de alerta de qué pasaría si el conjunto que dirige Marcelo Gallardo era incapaz de revertir el marcador, y la fiesta armada para ellos no los tendría como protagonistas. Interrogante que se acentuó con la goleada de Botafogo por 5-0 a Peñarol, equipo que de llegar a la final podría movilizar de la cercana Montevideo decenas de miles de sus aficionados.

Cambiará el estadio de la final de la Libertadores

En las últimas horas, con el escenario de una más que probable final entre equipos brasileños, y un recinto de sobre 80 mil espectadores hizo pensar en lo poco probable de tener un coliseo lleno, y que además estos equipos no despiertan arrastre en Buenos Aires, por lo que la Conmebol activó la opción de cambiar de estadio.

Las primeras opciones que se están manejando son el estadio Único de La Plata o el Libertadores de América de Independiente de Avellaneda, cambio de recinto que ya ha tenido que realizar en ediciones anteriores la Conmebol, por la incapacidad de llenar los estadios, tal cual ocurrió con la final de la Sudamericana el 2023 que de Montevideo se trasladó a la ciudad de Maldonano, y que llena de críticas al ente rector del fútbol de nuestro continente, que bajo la administración de  Alejandro Domínguez se ha empecinado en copiar todo de Europa y matar la esencia que tenía el torneo con sus finales de ida y vuelta.