Marcelo Bielsa llega junto a Uruguay como uno de los candidatos a llevarse la Copa América 2024 en Estados Unidos, y así lo ratificó en el último encuentro amistoso donde goleó a Méxic0 4-0, teniendo al frente una generación de jugadores jóvenes que lograron el título mundial sub 20 el 2023.

Aunque para Bielsa el máximo torneo continental de selecciones le guarda un ingrato recuerdo, mismo que comenzó por marcar su salida de la banca de Argentina en 2004.

Marcelo Bielsa y la Copa América que se escapó en el último minuto

En el 2004 Argentina quería borrar a nivel de selecciones la dolorosa eliminación en primera ronda del Mundial de Corea y Japón del 2002, para eso llegó a Lima con el claro objetivo de dar la vuelta olímpica. Y partieron pisando fuerte con una goleada 6-1 sobre Ecuador. Aunque la derrota por la cuenta mínima con México puso una nota de alerta, que borraron con el 4-2 frente a Uruguay y el paso a las instancias finales donde dieron cuenta de Perú y Colombia, por 1-0 y 3-0, respectivamente.

La final los puso frente a Brasil, que asistió con un equipo que no contaba con sus principales figuras, bajo la conducción de Carlos Alberto Parreira. El dominio Albiceleste encontró premio a los 20’ mediante un tiro penal que ejecutó Cristián González, pero sobre el cierre del primer tiempo Luisão con golpe de cabeza decreto el 1-1.

En el segundo lapso se veía mejor a los dirigidos de Bielsa, que llegaron al gol a los 87’ con el remate de César Delgado. Y la copa quedó allí, faltaban escasos minutos para levantarla. Pero Brasil, demostró porque es el equipo más importante del continente, y si se habla de grandeza tenía que ser un “emperador” el que convirtiera. Adriano, en el tiempo adicional, a falta de veinte segundos igualó el marcador, y le arrebató casi de las manos el trofeo a los Albicelestes.

Los penales definieron al campeón

El título debió definirse desde los doce pasos, y el impacto fresco del gol de Adriano en el último instante siguió pesando. Andrés D’Alessandro y Gabriel Heinze perdieron los dos primeros penales, la vía quedó libre para Brasil que no falló ningún tiro, y Juan puso el 4-2 con que se ganaron la Copa, generando tal desazón que en la premiación los argentinos se quitaban de inmediato las medallas de plata, un gesto de falta de deportividad que fue largamente criticado lo mismo que el proceso Bielsa, que dos meses después terminó, a pesar de haber ganado el oro olímpico en Atenas.