"Años del Centenario Estadio Santa Laura", libro escrito por José Marino, reconocido hincha hispano, es un viaje por la rica historia del Club Deportivo y Social Unión Española que partió como un lugar para que los jóvenes llegados desde España a Chile pudieran reunirse, aprender y entretenerse, pero que con los años comenzaron a destacar en los distintos deportes que se desarrollaban en el país y normalmente con mucho éxito.

En el Estadio Santa Laura, que tuvo su primer partido oficial un 10 de mayo de 1923, creció la querida familia de Unión Española donde los vecinos del barrio nutrieron los distintos deportes y crecieron campeones en las distintas canteras.

"Años del Centenario" cuenta cómo en Santa Laura existió la primera piscina con medidas olímpicas de Chile, que permitió desarrollar Sudamericanos y Mundiales. En la cancha de fútbol, siempre testigo de grandes momentos que la hacen ser denominada la Catedral del Futbol, Chileno, también existió una corrida de toros con Torremocha, un sudamericano de baloncesto el 1958 y hasta un ring donde se despidió "Fernandito" del boxeo.

También se da una pincelada de lo que fueron los primeros 126 años de Vida del club desde la personalidad jurídica del Centro Española de Instrucción y Recreo en 1897 hasta que se rencontró con las instituciones hijas nacidas desde su seno que en el año 1934 volvería estar reunida en una sola institución denominada Unión Española.

Hay recuerdo de sus sedes sociales que acostumbraban a tener una rica vida cultural y deportiva desde la primera ubicada en calle Merced en un local arrendado y pequeño hasta que lograron tener la sede propia de Huérfanos 830, con su paso por la sede en el Palacio Undurraga de Alameda 911, mientras volvían a tener su casa propia en Carmen 110.

En "Años del Centenario" se rememora a los campeones del baloncesto con sus 15 títulos consecutivos con Domingo Sibilla de la Asociación Santiago, los Waterpolistas con los hermanos Salah que dominaron una década la disciplina, los ciclistas que nos representarían en los JJOO de Berlín 1948 dejando un récord que aún no se puede superar con Massanés.