El plantel de Boca Juniors pasó la noche en una comisaría de Belo Horizonte tras el escandaloso final del duelo ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores.

Según informó el medio Olé, el plantel completo del cuadro xeneize durmió en un bus en las afueras del recinto policial, a pesar de la intervención del embajador Daniel Scioli.

De acuerdo a la publicación, el DT Miguel Angel Russo le dijo a los oficiales que "nos vamos todos o ninguno".

Tras el encuentro, que acabó con incidentes, ocho jugadores debieron declarar ante las autoridades.

"La Policía local exige que se pague una fianza para dejarlos salir del país (sería alrededor de 15.500 dólares), que deberá abonarse en efectivo, algo muy complicado para una delegación extranjera", complementó el medio trasandino.

Una vez consumada la eliminación de los xeneizes del torneo, hubo una serie de incidentes con la policía en el estadio de Atlético Mineiro.