El suizo Roger Federer confirmó este sábado que quiere estar presente en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero que decidirá después de Wimbledon en función de su resultado en el torneo.

El helvético, que faltó por lesión a la cita olímpica de Río de Janeiro en 2016, dejó en el aire su participación a expensas de lo que ocurra en Wimbledon, donde volverá a competir dos años después de la final que perdió contra el serbio Novak Djokovic.

"Decidiremos, mi equipo y yo, después de Wimbledon, porque va a tener un impacto en mí, depende de si juego bien o mal. Mi sentimiento es que me gustaría ir, pero lo sabré en unas pocas semanas", dijo Federer en la rueda de prensa previa al inicio del tercer Grand Slam del año.

El jugador de 39 años llega a este torneo con solo cinco victorias en la temporada, tres de ellas en Roland Garros y una sola en hierba, en el torneo de Halle, donde salió antes de tiempo en un mal encuentro ante el canadiense Felix Auger-Aliassime.

"En ese partido tuve un momento en el que no estaba feliz con cómo estaba jugando. No va a pasar aquí lo de Halle. Me siento mucho mejor, eso fue como cuando era júnior y me enfadaba y no veía nada positivo. Tengo que quedarme con lo bueno de todas estas semanas y que puedo estar de nuevo en Wimbledon, ir viendo cómo van las cosas. Tengo que ser mentalmente fuerte, no como en Halle", afirmó.

Federer, ocho veces campeón en el All England Club, debutará este martes contra el francés Adrian Mannarino.