El suizo Roger Federer dio una divertida cátedra de tenis al vencer 6-3 y 6-4 al alemán Alexander Zverev, en un partido de exhibición que disputaron en el coliseo "Rumiñahui" de Quito, la capital de Ecuador.

Al grito de "Olé, olé, olé, Roger, Roger", a veces replicado por el "olé, olé, olé, Sascha, Sascha" -de aliento al alemán-, Federer hizo ver la magia de su raqueta ante un público totalmente entregado y que disfrutó de un espectáculo con el que los dos tenistas concluyeron una corta gira latinoamericana que también incluyó a Chile, Argentina, Colombia y México.

Ante unos 15.000 espectadores que, según los organizadores, llegaron al coliseo capitalino, Federer comenzó con el servicio que fue roto por Zverev, para llevarse el primer juego del set inicial, aunque de inmediato el suizo replicó para empatarlo.

El alemán, no obstante, pareció padecer con mucho más rigor los efectos de la altura de Quito, una ciudad andina situada a 2.850 metros sobre el nivel del mar, y que aparentemente afectó al temible saque de Zverev.

Las doble faltas y el fallo en el remate final en algunas jugadas fueron la tónica en el juego del alemán, que en los partidos de exhibición ya había derrotado a Federer en Buenos Aires.

En medio del partido, Federer y Zverev, tras no regresar de las gradas una pelota, decidieron hacer sombra y simular jugadas sin la bola amarilla, ante el deleite de la afición.

Federer, entonces, hizo parar el juego para invitar a la cancha a Nicolás Lapentti, organizador del encuentro y tenista ya retirado que llegó a ser sexto en la clasificación ATP, con el que intercambió algunos pases.

Al final, el suizo arrasó al alemán para adjudicarse el último juego de su gira de exhibición por tierras latinoamericanas, a las que prometió volver tras constatar las muestras de cariño.