Los hermanos Luis Ignacio, Emilio y Tadeo Rosselot tienen claro cuáles serán sus pretensiones para enfrentar este fin de semana el Rally de Curicó, la quinta fecha del Rally Mobil.

Luis Ignacio sueña y evoca emocionado ese tercer lugar del año pasado a bordo de del Mitsubishi Mirage que fue un golpe vitamínico para que siguiera trabajando con su navegante Marcelo Brizio y el equipo técnico en desarrollar el auto.

Para esta temporada las cosas son diferentes con un sustancioso aumento de competidores y el sostenido progreso técnico y el número de participantes.

Sobre la competencia, Luis Ignacio manifestó que "se ha trabajado en el auto. Hicimos ayer una prueba para conocer el estado de la suspensión a la que se le realizó un service completo que me dejó conforme y anduve algunos kilómetros para ver como se sentía Marcelo (Brizio), mi navegante, después de su intervención quirúrgica al operarse de vesícula. Todo anduvo bien tanto Marcelo como el auto".

"Después del Rally de Quillón se llevó el motor al banco de prueba bajo la supervisión del ingeniero sueco Tomas Weng. Espero que el auto muestre algunos avances este fin de semana", agregó.

Por su parte, Tadeo dijo que "estuve hace un par de días probando el auto que me dejó conforme. Aguardo en Curicó poder completar las dos etapas y sumar importantes triunfos junto a mi navegante Sebastián Olguín y dejar en el olvido los inconvenientes".

Emilio, en tanto, ha sido exitoso en sus actuaciones en este Rally sureño. Hace algunos años venció interviniendo en la clase N-4 y el año pasado junto a Tomás Cañete triunfó. Ahora quiere repetir la contundente victoria que alcanzaron. Quiere sumar importantes puntos para acercarse a la esquiva corona de la clase R-3 en la cual en la temporada pasada luchó hasta el final por el título nacional.