La colombiana Caterine Ibargüen, proclamada la semana pasada como la atleta mundial del año por la IAAF, dijo este lunes que el año pasado pensó en retirarse tras quedarse sin la medalla de oro en el salto triple del Campeonato Mundial de Londres, que obtuvo la venezolana Yulimar Rojas.

La revelación de la campeona olímpica en Río de Janeiro 2016 se produjo durante una rueda de prensa en Bogotá, donde dijo que esa hubiera sido una decisión "feísima" porque no sabía lo que le esperaba este año.

En 2018, Ibargüen consiguió los oros de salto triple y salto largo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, y además se coronó campeona de la Copa de Mundo y de la Diamond League en ambas modalidades.

"Sentada en mi casa pensé que lo que yo sabía hacer era saltar y quise darme otra oportunidad, a pesar de todos los inconvenientes que había tenido, y empecé este 2018 con tantas ganas, con tanta fuerza, con tanta disciplina, que creo que es una de las cosas que me caracteriza", aseveró Ibargüen, de 34 años.

En Tokio 2020, Ibargüen espera disputar sólo la prueba de salto triple porque considera que preparar "a nivel de medalla dos pruebas es una locura", pese a los buenos resultados obtenidos este año en longitud.