El Rally de Marruecos arrancó con un convulsionado prólogo de 12 kilómetros en las afueras de la ciudad Fez, que en un comienzo dejó a varios pilotos sancionados por no marcar un punto de ruta, algo de lo que sacó provecho el piloto chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), quien terminó en el tercer lugar.

Al cabo de las protestas de algunos equipos la penalidad fue anulada por los jueces de la FIM, y solo se mantuvo una sanción de seis minutos para el francés Antoine Meo (KTM) por exceso de velocidad en una zona restringida.

El chileno hizo bien su trabajo y quedó a solo segundos del británico Sunderland y del austríaco Walkner, ambos corredores de KTM.

La posición obtenida le permitió al chileno elegir un buen lugar para la primera etapa, a disputarse este jueves y que tendrá difíciles 272 kilómetros selectivos entre Fez y Erfoud, más 587 de enlace.

"En lo deportivo, para mí, fue un buen día: tomé ritmo de carrera y era importante hacerlo bien. Me sentí seguro a pesar de partir adelante, pero en lo reglamentario hubo muchos problemas: varios pilotos se saltaron un waypoint y eso generó muchos reclamos. Yo lo hice bien, pero igual me afectó porque entregaron tarde el roadbook y tardé cuatro horas en pintarlo", comentó.