Desde 1989 una comision interna de la ANFP era la encargada de fiscalizar el dopaje en cada partido de fútbol. Cada torneo se contabilizaban más de mil muestras, pero la eficacia del sistema era relativo, dajando dudas en relación a la veracidad de los resultados, ya fuese para el perjuicio o beneficio del deportista.

Hoy las cosas cambiaron. Desde este campeonato la Comisión Nacional Antidopaje pondrá en regla y aplicará el máximo rigor a las pruebas.

"La ANFP históricamente ha tenido un sistema propio que funcionaba con un laboratorio no acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje. Era bastante particular y alejado de las normas de la Agencia", apuntó Roberto Dagnino, secretario general de la Comisión Nacional de Control de Dopaje (CNCD) a La Tercera.

"El oficial de control manipulaba la muestra; las botellas se reutilizaban, se lavaban, lo que era ilógico. Era un sistema muy sui generis", elaboró Dagnino.

Según explicó el secretario de la CNCD, "el principal cambio es que son ellos (los futbolistas) los que manipulan todo. Los oficiales no tocan absolutamente nada hasta que esté sellado todo", además, desde el vigente campeonato se realizarán los mismos test que se piden en el atletismo o cualquier otro deporte, exponiéndose a castigos similares.

Las muestras que ahora serán analizadas en un laboratorio aprobado por la AMA y localizado en París, supondrán un gran recurso para potenciar la transparencia y el régimen disciplinario.

"Hoy las decisiones sobre eventuales sanciones las toma una Comisión de Expertos -y no el Tribunal de la ANFP- que es la misma para todos los deportes federados y en la que los integrantes del fútbol no pueden participar para evitar que sean juez y parte", finalizó Muñoz.