Luego del amargo despertar tras la eliminación de su equipo a manos de Francia en los octavos de final de Alemania 2006, el técnico español Luis Aragonés evitó referirse directamente a su futuro en la selección ibérica, a la espera de ver "las cosas con serenidad", pero dio a entender que no seguirá en el cargo.

"Voy a seguir entrenando, lo que no sé es dónde. Depende de muchos factores y es cuestión de ver cómo se quieren hacer las cosas, pero no quiero hablar de eso ahora. Lo único que importa es que nos han echado del Mundial", manifestó el DT un día después de la derrota por 3-0 ante los galos.

El estratega, de 67 años, ratificó la postura establecida antes del inicio del Mundial, cuando señaló que dejaría la banca si España no pasaba su logro histórico de los cuartos de final.

"Ya dije lo que iba a hacer y es cuestión de esperar unos días y ver las cosas con serenidad. Lo normal ya lo saben y no tengo que repetirlo mil veces. Ya lo dije en su momento", sostuvo.

Aragonés, afirmó que este miércoles se levantó enojado pero con "con la conciencia tranquila", y se declaró como el principal responsable del nuevo fracaso del fútbol español a nivel de selecciones.

"Me levanté con el enfado propio de no haber llegado donde uno quería, pero con la conciencia tranquila. Como máximo responsable tengo la preocupación de no haber conseguido los logros que buscábamos", declaró en el aeropuerto de Dortmund, poco antes de emprender el viaje de regreso a Madrid junto al equipo.

"Soy el máximo responsable de que nos vayamos tan pronto del Mundial", indicó, para agregar que "es normal que haya decepción" ante la derrota del equipo, ya que "mientras no consigas llegar a una final y ganarla será un fracaso para el fútbol español".

Aragonés insistió en evitar referirse a su futuro al mando de la escuadra ibérica, y se concedió un compás de espera antes de anunciar su determinación: "Las decisiones hay que tomarlas con la frialdad que se deben tomar". (EFE)