Junior de Barranquilla, que llegó a Uruguay buscando un punto positivo, logró inesperadamente tres ante un pobre y irreconocible equipo, Nacional de Montevideo, que careció de iniciativa y fuerza para quebrar el cerco defensivo construido por los colombianos.

El gol de Junior, conseguido en un contragolpe a los 83 minutos, cuando Nacional buscaba en forma desordenada la apertura de la cuenta en este duelo por el Grupo 5 de la Copa Libertadores.

El visitante aprovechó con mucha eficacia la única oportunidad que tuvo de vencer al portero Sebastián Viera, que hasta ese momento sólo había logrado balones que le alcanzaban sus compañeros para que con potente y elevado disparo acelerase la acción ofensiva.

El primer tiempo había terminado con el marcador en cero, consecuencia del excelente cerrojo que planteó Junior, con una inteligente defensa, que esperó en su terreno a Nacional.

A su vez, los dos goleadores locales, poseedores de condiciones para cabecear, Sebastián Abreu y Alexander Medina, fueron muy bien controlados por los centrales Roberto Peñaloza y Francisco Alvear, que los inmovilizaron.

Ni siquiera el ingreso a mitad del segundo tiempo de Luis Romero, otro eficaz goleador mediante el juego aéreo, que se sumó a los otros dos delanteros, inquietó a Carlos Pérez el muy seguro portero del equipo colombiano, siempre preciso en las salidas.

Nacional decepcionó a su público por la falta de buen fútbol, el manejo desordenado del balón y la ausencia de "garra" para reaccionar ante un rival que sólo se defendía.

Pero, a falta de 7 minutos para el pitazo final del árbitro chileno Pablo Pozo, una llegada en contragolpe por la derecha de Emerson Acuña, quebró la débil defensa de Pablo Caballero y Carlos Valdez, para ceder el balón a Martín Arzuaga, quien entró en solitario por el centro y con un tiro a media altura logró tres milagrosos puntos. (EFE)