El fin de un Mito: El término del Campeonato Nacional echó por tierra una frase de uso común en el fútbol
El deporte está lleno de supersticiones que se convierten en verdades que muchas veces no tiene asidero.
El último partido que quedaba para cerrar el Campeonato Nacional era el de Unión La Calera frente a Cobresal, cuando a falta de pocos minutos para el término del encuentro hubo lanzamiento de bombas de estruendo a la cancha que afectaron a los jugadores del equipo nortino, y una vez que se decretó su finalización, por 3-0 para los Cementeros, se acabó la temporada 2024, la cual también trajo el fin de un mito generalizado en el fútbol.
El balompié es un deporte donde abundan los datos, hechos estadísticos, curiosidades y similitudes, que los hinchas toman como regla o incluso cábalas. Por ejemplo, el título de Colo Colo enterró una que se venía gestando desde el año 2007, cuando fue la última vez que le ganó a la UC en el Monumental y luego fue campeón. Desde esa fecha, cada vez que se impuso el cacique en el gramado del David Arellano a los de la Franja, no levantó la copa, pese a que incluso muchas veces llevaba amplia ventaja, como fue en los torneos del 2010 y 2021, que ahora se rompió, y dejó de ser una suerte de ley.
El fin de un mal mito
Cuenta la historia que a fines de la década del 80’ en una conversación en Radio Nacional entre Elías Figueroa y Alberto Fouillioux, dijeron que al estar ganando un partido por 2-0 se daba una situación compleja para los entrenadores, ya que no sabían si ir por rematar el marcador, y ampliar la ventaja, o cerrar el resultado, lo que se agravaba si el equipo que perdía descontaba, lo que hacía más difícil el escenario.
Sus compañeros de panel, no entendieron el fondo del argumento, e ironizaron que era malo entonces ir ganando 2-0, y desde allí se formó hasta una suerte de burla en decir que el 2-0 era el resultado más peligroso del mundo. Que fue replicado hasta en otras fronteras, pese a que no tenía base alguna.
El campeonato 2024, basado en todos sus resultados, terminó por sepultar ese mal mito, ya que hubo 92 partidos donde un equipo comenzó ganando el pleito por 2-0, y jamás, vale decir, en cero oportunidad, algún rival terminó revirtiendo el marcador y alcanzando la victoria. Haciendo que notar que a un mal chiste, tarde o temprano, le llega su fin.