Un escándalo sacudió el fútbol peruano: Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), fue detenido por presunta corrupción, fraude y lavado de activos. La fiscalía peruana sostiene que el directivo formó parte de una "organización criminal" que manipuló negociaciones clave, donde Chile aparece como protagonista de la historia.

Según informó Bio Bio, el origen de la acusación contra Lozano se remonta a 2020, cuando propuso un cambio radical en el sistema de transmisión de los partidos de fútbol en Perú. Hasta ese momento, cada club gestionaba sus derechos televisivos de manera individual, lo que generó conflictos, especialmente con Alianza Lima, el equipo más popular.

El detenido presidente, en su afán de transformar el sistema, fijó su mirada en Chile y su exitoso sistema de transmisión, por lo que decidió contratar a la consultora Prisma SPA, perteneciente a la familia Claro (ex CDF). En julio de 2020, tras la propuesta de Lozano, la FPF formalizó un acuerdo con Prisma para asesorar sobre la licitación de los derechos televisivos de la Liga 1.

La comisión de derechos de televisión y la controversia

En febrero de 2022, Lozano formó una comisión para liderar la negociación de los derechos de televisión. Esta comisión estaba compuesta por varios directivos, entre ellos, Joel Raffo (Presidente de Sporting Cristal), quien tenía vínculos cercanos con Prisma y la empresa 1190 Sports, ya que el representante legal de las empresas era su primo Diego Fernando Delgado Raffo, donde la última más tarde se convertiría en la principal interesada en los derechos televisivos de la liga peruana. Lozano y los miembros de la comisión viajaron a Chile para avanzar en la licitación.

La licitación fallida del presidente de la Federación Peruana y las irregularidades

En agosto de 2022, la FPF lanzó la licitación para los derechos de televisión, pero el proceso fue suspendido en septiembre cuando en la notaria chilena Juan Ricardo San Martin Urrejola (en Calle Huérfanos, Santiago) se abrieron las ofertas presentadas, pero estas no cumplían con los términos acordados.

Se optó entonces por continuar con negociaciones directas con la empresa chilena 1190 Sports. Lo que parecía una victoria para la FPF pronto se convirtió en un escándalo cuando se descubrió que existía un posible "conflicto de interés" relacionado con las relaciones familiares de los directivos implicados.

El "conflicto de interés" y las pruebas de corrupción de la Federación Peruana

La fiscalía peruana desveló que los miembros clave de la comisión, incluidos los primos de algunos directivos, tenían vínculos con 1190 Sports y Prisma. Según la investigación, Joel Raffo, primo de un dirigente de Sporting Cristal, fue pieza clave en la negociación con 1190 Sports, la misma empresa que en 2020 contrató a Prisma como asesor para la FPF. Esta conexión familiar y empresarial levantó sospechas de corrupción, lo que llevó a las detenciones.

El rol de Chile y la conexión con 1190 Sports con  Federacipon Peruana

La investigación no solo involucra a Perú, sino también a Chile. La empresa 1190 Sports, con base en Santiago, jugó un papel fundamental en este entramado. Co-fundada por David Belmar, un ex ejecutivo de TVN y Canal 13, la empresa ha sido conocida por su trabajo en la comercialización de derechos deportivos. A pesar de la controversia en Perú, 1190 Sports había logrado acuerdos previos en Chile con La Roja, incluido el patrocinio de casas de apuestas con varios clubes chilenos, lo que aumentó la complejidad del caso.