El deceso del entrenador sueco Sven Göran Eriksson trae, dentro de la sensación de pesar por su partida aquejado desde hacía tiempo por una enfermedad terminal, además el recuerdo de su ligazón con el fútbol chileno, especialmente con Marcelo Salas y la Lazio, donde se alcanzó el Scudetto en Italia.

El Matador luego de su gran campaña en River Plate el año 1997, que le valieron ser elegido el mejor jugador de América, dio el salto al fútbol europeo, específicamente a un equipo que buscaba luego de muchos años proclamarse campeón de la península, por ese entonces torneo que era el más prestigioso del orbe, por sobre el inglés y el español.

Eriksson y Salas, una dupla de logros en Italia

Apenas llegado a Italia, Marcelo Salas logró la Supercopa en 1998. Pero la meta fundamental era alcanzar el Scudetto, el que debió esperar un par de temporadas, a pesar de tener un gran equipo. Pero en la temporada 1999-2000 con Juan Sebastián Verón, Diego Simeone, Simone Inzaghi, Roberto Mancini, Pavel Nedved, Matías Almeyda, Néstor Sensini, Fernando Couto y Alessandro Nesta, entre otros,  alcanzaron el ansiado título, que se convirtió en el segundo de su historia.

Y las alegrías no se detuvieron allí, pues a pesar del poderío de escuadras como la Juventus de Zinedine Zidane, el Inter y el Milán, lograron la Copa Italia del 2000 y la Supercopa de esa temporada. Por lo que la asociación de Sven Göran Eriksson con Marcelo Salas y el fútbol chileno resulta casi inmediata, con títulos que lo llevaron al recuerdo eterno de los partidarios de la Lazio, sitio en el cual comenzó su andar este lunes 26 de agosto.