El fútbol tiene estatus de religión en Brasil y lo es indistintamente en hombres como en mujeres, y al balompié femenino le está pasando lo mismo que a los competidores masculinos, cuando no podían abrochar el oro olímpico, y les costó en demasía hasta que lo lograron en los Juegos de Río 2016. Y ahora las futbolistas con el “Jogo Bonito” tienen esa chance de conseguirlo.

La selección brasileña, en esta ocasión ante España, no contó con Marta, su emblema, que viene disputando los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y ya estaba al corriente que Estados Unidos le había ganado 1-0 a Alemania en el tiempo extra, con el gol de Sophia Smith, y esperaba en la final de París 2024.

El “Jogo Bonito” va por el oro olímpico

Brasil no quiso sufrir ante España, se notó un cuadro dominante, veloz y más preciso, con una dinámica que sorprendió a las actuales campeonas del mundo. Y gracias a las anotaciones de Irene Paredes y Gabi Portilho se puso cómodamente 2-0.

Las ibéricas se vieron obligadas a ir por el descuento y eso abrió las opciones del contragolpe que aprovechó Adriana para decretar el 3-0 cuando transcurría el minuto 72. Allí el partido quedó sentenciado. Si bien Brasil volvió a anotar por cuenta de Kerolin, y España tuvo un par de descuentos por medio del autogol de Duda Sampaio y la conversión de Salma Paralluelo, el 4-2 fue el fiel reflejo de la contundencia de la Canarinha.

La final contra  la máxima potencia

Brasil se medirá ante Estados Unidos, cuatro veces campeonas olímpicas e igual cantidad de títulos en mundiales, la máxima potencia de este deporte en la rama femenina, pero con el regreso de Marta quieren al fin romper la historia y bailar zamba al compás del oro olímpico en París, que verá previamente la disputa del bronce ese mismo viernes 9 de agosto entre Alemania y España, que completarán desde el tercer lugar el podio olímpico, al que Brasil aspira llegar por primera vez.