En la misma jornada que Noah Lyles logró la presea dorada en la final más apasionante de la historia olímpica de los 100 metros al vencer por sólo cinco milésimas de segundo, tras un tiempo  de 9”.79, al jamaiquino Kishane Thompson, nuestro país también se subía al podio en París 2024 con Francisca Crovetto, pero esta situación no es la primera vez que acontece.

La final de los 100 metros le viene bien a Chile

Al igual que lo vivido en París este 4 de agosto, en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, el día 30 de septiembre se disputó a la misma hora la final de los 100 metros planos y la del tiro Skeet.

Alfonso de Iruarrizaga luego de 200 platos llegó empatado con el alemán Axel Wegner con 198 aciertos. Mientras en el estadio Olímpico de la capital de Corea del Sur todos se aprestaban a ver la definición del hectómetro entre el canadiense Ben Johnson, poseedor en ese entonces del récord mundial con 9”.83, y el estadounidense Carl Lewis.

Johnson ganó la carrera con 9”.79 y un nuevo registro planetario y Lewis llegó segundo. Pero luego de unos días las muestras de su examen arrojaron positivo, y le arrebataron la presea. En tanto, Iruarrizaga le apuntó a 23 platos y el alemán a 24, por lo que obtuvo una histórica presea de plata.

La casualidad asoma de inmediato. En las dos finales más relevantes de los Juegos Olímpicos de los 100 metros, una por ser la más reñida de todos los tiempos y otra considerada “la más sucia de la historia”, en esa misma jornada hubo chilenos colgándose medallas.

Y si los hechos llaman a mayor curiosidad en ambas finales el tiempo fue de 9”.79, y obviamente, en el tiro,en ambos casos Chile festejó… Como para preguntarse cuándo será la final en Los Ángeles 2028 y ver su calza con algún deportista nacional en competencia.