Con el río Sena, la torre Eiffel, el Trocadero y múltiples escenarios históricos de París como protagonistas se llevó a cabo la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos del 2024.

Zinedine Zidane, campeón del mundo de fútbol con Francia en 1998, dio el vamos a la ceremonia atravesando París con la antorcha olímpica, y que dio paso al desfile por las aguas del Sena, con Grecia por ser la cuna de los Juegos como primer país, en embarcaciones que se compartieron entre varias delegaciones y cuyo tránsito fue dividido por etapas, a modo de actos teatrales, que eran intercalados por presentaciones artísticas, donde Lady Gaga fue la primera que entró en escena.

“La Ciudad de la Luz”, la lluvia y el Team Chile

Un misterioso y encapuchado portador de la antorcha empezó en paralelo un recorrido por París, “La Ciudad de la Luz”, mientras se dejó caer la lluvia y las embarcaciones continuaron su recorrido, que tuvo a las 14:00 horas de nuestro país a Antonia Abraham y Nicolás Jarry, rodeados por gran parte del Team Chile, el desfile de nuestra delegación y junto a los canadienses y los chinos, entro otros participantes.

Desfile que cerró en este acto con la interpretación de la banda de metal Gojira, haciendo alusión a la Revolución Francesa y la reina María Antonieta decapitada.

Nadie queda fuera, aunque algunos se retiraron

El desfile contó con la participación de 206 países, más de los que tiene la ONU, y entre ellos una delegación muy especial, la de los deportistas refugiados. Con Argelia lanzando pétalos de flores al río en memoria de la tragedia de 1961. Y para que nadie quedara fuera desde Tahití hubo depostistas, donde se desarrollara el surf, que también dijeron presente.

En una clara referencia a los valores de Francia, y los mismos Juegos, se dio espacio a la integración racial y multicultural, con presentaciones artísticas con Drag Queens, aparición de los Minions, la cantante Aya Nakamura y la estatua de la libertad como elementos destacados.

La lluvia se intensificó, y por lo mismo las delegaciones, incluido Chile, optaron por retirarse a la Villa Olímpica a fin de evitar resfriados de los deportistas en esta instancia en la que llevan años preparándose.

El caballito de metal y los discursos

La organización trajo reminiscencias a más de alguno del cantante popular chileno, Monteaguilino, cuando un caballito de Metal cabalgó sobre las aguas del Sena.

Por el lado de los directivos y políticos habló Tony Estanguet presidente del comité organizador, el titular del COI, Thomas Bach, que en su  discurso recordó a quien luchó por el restablecimiento de esta competencia: "Qué mejor lugar que París para compartir con el mundo la magia de los Juegos Olímpicos. La ciudad de la luz y del amor donde Pierre de Coubertin creó los Juegos". Y cerró el Presidente Emmanuel Macron para dar el paso al momento más simbólico.

La llama olímpica en lo más alto

El momento cumbre, el encendido del pebetero tuvo la presencia nuevamente de Zinedine Zidane que le pasó la antorcha a Rafael Nadal, que no será el rey de Francia, pero lo es de Roland Garros, el icónico torneo de tenis de París.

En escena entraron otras leyendas del deporte como Serena Williams, Carl Lewis, Nadia Comaneci, Ameélie Mauresmo, para dar paso a Teddy Riner, tres veces campeón olímpico  de judo, y Marie-José Perec, también triple oro, ambos nacidos en Guadalupe, para dar una señal de integración, fueron los encargados de encender el pebetero, que sostenido por un globo aerostático elevó el fuego olímpico, y con Céline Dion de fondo en la torre Eiffel, interpretando  el Himno del Amor de Edith Piaf, subió a los cielos para iluminar aún más “la Ciudad de la Luz”.