Tomás González es por lejos el mejor gimnasta de la historia de Chile, y desde muy temprana edad, a los 16 años ya descollaba en el ámbito internacional conquistando medallas para nuestro país, tal cual lo hizo en los Juegos Sudamericanos de Brasil el 2002 con preseas de plata en suelo y salto, especialidades que lo harían brillar con posterioridad incluso en los Juegos Olímpicos.

El gimnasta, eso sí, debió esperar un par de ciclos para decir presente en la máxima competencia de todos los deportes, y, aun cuando condiciones tenía, no pudo decir presente en Atenas 2004 y Beijing 2008 debido a que no contaba con un equipo en el país que estuviera cerca de su rendimiento.

Tomás González brilla en los Juegos Olímpicos

Londres, el 2012 fue la primera oportunidad que tuvo Tomás González de participar en la cita de los cinco anillos y llegaba precedido incluso de primeros lugares en Copas del Mundo, por lo que en la capital inglesa había claras opciones que se subiera al podio. Sin ir más lejos a las rondas finales accedió en el tercer puesto en salto y sexto en suelo.

En la etapa de las medallas estuvo muy cerca de conquistar una presea. En piso subió al cuarto puesto, gracias a una gran actuación el 5 de agosto. Posición que repitió en salto al día siguiente. Quedando muy cerca de alcanzar el bronce.

Una nueva final olímpica

Las buenas actuaciones de Tomás González no se detuvieron, los títulos en las Copas del mundo de Portugal el 2013, y dos más en Sao Paulo el 2015 y 2016, mismo país donde se desarrollarían  los Juegos, aunque en Rio de Janeiro, auguraban que nuevamente habría una buena actuación.

González no defraudó ya que, en Río 2016 nuevamente se metió en la final olímpica, la tercera de su carrera, donde remató en el séptimo lugar del salto, que demostró que su nivel en la élite del mundo seguía intacto. Tanto así que lo prolongó por un ciclo más y con 35 años tomó parte de los Juegos Olímpicos de Tokyo, donde dejó establecido con creces que es el mejor gimnasta de la historia de Chile.