La irrupción de Matías Soto en la última semana donde alcanzó la final del challenger de San Luis de Potosí, México, y que le hizo dar un tremendo salto en el ranking de 160 lugares para situarse en el casillero 422 de la ATP, el mejor puesto en lo que va de su carrera, lleva a recabar más antecedentes en la historia de este jugador oriundo de Copiapó.

Universidad y clases en pandemia

Matías, asistido por su hermano Mario, ha desarrollado una carrera compleja, lejos de las luces de los grandes torneos del circuito mundial. Por lo mismo afrontar las dificultades de un deporte caro, como él mismo lo califica, le llevó a tomar la beca de la Universidad de Baylor en los Estados Unidos, donde se graduó de Relaciones Públicas y Administración de Empresas. Reconoce que el primer semestre fue complicado también por el cambio de idioma, aunque eso a la larga le ayudó a superar las dificultades, lo que terminó fortaleciéndolo.

Durante su permanencia en Estados Unidos tomó parte del circuito de la National Collegiate Athletic Asociation (NCAA), hecho que le ayudó mucho, porque allí enfrentó a rivales que hoy uno ve entre los 200 mejores de la Atp. 

Las dificultades de su carrera, cuando pudo tener un emergente despegue, se vieron incrementadas con la pandemia. En tal período se tuvo que devolver de Estados Unidos y se las ingenió para hacer clases en Copiapó. Y lo hizo precisamente en la ciudad de la que es oriundo, porque allí siente cercanía con la gente y lo ve como una forma de retribución.

Gran doblista

En el ámbito del tenis se viene hablando desde hace un tiempo que luego de la camada de componen Nicolás Jarry, Cristian Garin, Alejandro Tabilo y Tomás Barrios, era Matías Soto el que podía dar alegrías, mismas que han estado cerca de concretarse.

En el torneo de Santiago la temporada pasada llegó a la final del dobles, donde hizo pareja con Thiago Seyboth Wild, pero cayeron ante el binomio italiano de Andrea Pellegrino y Andrea Vavassori en un partido muy estrecho que se definió en el súper tie break, favorable a los europeos por 12-10.

Este año, haciendo dupla con el también brasileño Orlando Luz, nuevamente se instaló en la final, y vio como sus compañeros de Copa Davis, Tabilo y Barrios se quedaban con la corona. Pero estas actuaciones le valieron estar situado en el mejor lugar de nuestras raquetas. En la acutalidad es el número 167 del dobles.

 Su mejor semana

El salto que faltaba por dar le llegó en San Luis de Potosí durante la última semana.

Previamente Soto había conocido triunfo en torneos menores, pero faltaba hacerlo en instancias más altas. Y a México llegó con el puesto 582, tuvo que jugar la qualy, y desde allí en la mejor semana de su carrera no paró hasta acceder a la final donde si bien cayó ante el colombiano Nicolás Mejía, luego de tres sets, por 6-1; 5-7 y 6-2, esta actuación le valió dar el sorprendente salto de 160 lugares, llegar al puesto 422 de ranking de la Atp, su mejor ubicación, y pensar que así como obtuvo el título a nivel universitario, ahora lo puede lograr en el tenis.

Cerca, ya está.