El partido entre Alemania y Países Bajos en Frankfurt se presentaba en el papel como un gran encuentro, y no defraudó en lo absoluto. Los locales ganaron 2-1 sobre la hora y con un polémico gol que sancionó la tecnología y los neerlandeses reclamaron en gran medida.

En el desarrollo del encuentro a los 3’ un grueso error del fondo germano fue aprovechado por Memphis Depay que ganó la banda derecha y cuyo centro empalmó Joey Veerman para batir a Marc André ter Stegen.

Pero los alemanes no querían perder en casa. A los 9’ forzaron un córner que un minuto después, tras un pase hacia atrás, y gracias a un potente y ajustado zurzado al ángulo de Maximilian Mittelstät, que dejó sin opción a Bart Verbruggen, alcanzaron el empate.

El partido siguió en alto ritmo y los neerlandeses tuvieron que replegarse para neutralizar las cargas germanas. Pero en la segunda fracción se vio mejor desde el arranque el elenco “naranja” gracias a lo que dispuso su entrenado Ronal Koeman. Aunque Julian Nagelsmann también movió el tablero, y a no mediar la gran actuación del portero Bart Verbruggen los teutones pudieron anotar un par de goles.

El desequilibrio vino en el minuto 84. Niclas Füllkrug impactó un tiro de esquina y Verbruggen manoteó desde la línea, pero –tecnología de por medio- el árbitro noruego Espen Eskaas validó el gol, que los neerlandeses se resistieron reconocer y reclamaron sin dar crédito a lo que sancionó el juez.

Sobre el cierre del partido Marc-André ter Stegen tuvo un par de intervenciones que le permitieron a Alemania conseguir esta victoria por 2-1.