Ocho ciudadanos chilenos, condenados por cometer robo agravado en Mendoza en el marco del partido de la Copa Libertadores que Colo Colo jugó ante Godoy Cruz en Mendoza, fueron expulsados de Argentina y no podrán volver a entrar al país trasandino.

"Durante el Gobierno del presidente (Javier) Milei, Argentina no va a ser tierra fértil para la llegada de delincuentes", aseguró este miércoles el portavoz del Ejecutivo, Manuel Adorni, en su rueda de prensa diaria en la Casa Rosada.

Según informó el portavoz, varios agentes de Gendarmería Nacional trasladaron a los ocho condenados a la frontera con Chile, próxima a la ciudad de Mendoza, donde se efectuó su expulsión del territorio argentino.

El martes, el ministerio de Seguridad del país publicó en sus redes sociales un comunicado en el que aclaró que la decisión de expulsar a los ocho aficionados había sido tomada por la Dirección Nacional de Migraciones, amparándose en el programa Tribuna Segura.

Los aficionados chilenos habían sido condenados en un juicio rápido a tres años de prisión por haber cometido un atraco violento en banda a un quiosco del centro de Mendoza.

En los prolegómenos del encuentro de ida, disputado el 22 de febrero, aconteció una feroz batalla entre los propios simpatizantes albos en el centro de Mendoza, lo que hizo que la contienda se viviera con ambiente enrarecido.

Tras el encuentro, que finalizó con derrota local, 22 hinchas chilenos se vieron involucrados en "violentos hurtos, alteración del orden público y abuso sexual agravado" y, días después, más allá de la investigación criminal que siguió su curso, se les prohibió de por vida el ingreso a espectáculos deportivos en Argentina.