El estadio de Lusail, recinto que albergó la gran final del pasado Mundial de 2022, vivió nuevamente una fiesta luego de que la selección de Qatar derrotase por 3-1 a Jordania en la final de la Copa Asia con tres penales, coronándose bicampeón en casa.

Los forasteros no lograron materializar su buen rendimiento y pagaron caro la apertura de la cuenta desde los doce pasos por Akram Afif (22'), quien fue derribado apenas entró en el área por Abdallah Nasib.

Aunque el equipo anfitrión manejó bien el partido hasta el descanso, se vio superado por el ímpetu de Jordania. De hecho, el portero Meshaal Barsham fue una pesadilla para los visitantes teniendo cuatro intervenciones determinantes.

No obstante, con el arranque del complemento Yazan Al-Naimat (67') logró controlar impecablemente un balón dentro del área para reventarlo e inflar las redes del combinado local.

Las dudas para Jordania llegaron cerca del final, cuando una aparente zancadilla de Mahmoud Al-Mardi a Ismaeel Mohammed forjó otro tanto de Afif (73'), quien redondeó su triplete desde el punto penal en el tiempo de descuento (90+5') tras ser derribado por el meta en un sprint que pareció estar fuera de juego.