El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se mostró firme en la lucha contra el racismo y solicitó crear un nuevo y ejemplificador castigo hacia los clubes para enfrentar la problemática en el fútbol, que sumó dos nuevos episodios durante el último fin de semana.

"Además del proceso en tres fases (partido suspendido, partido reanudado, partido suspendido), tenemos que implementar la derrota automática del equipo cuyos hinchas hayan cometido actos racistas y hayan provocado la suspensión del partido, así como prohibiciones de acceso a los estadios en todo el mundo y cargos penales para los racistas", afirmó en un comunicado compartido por el ente rector del fútbol.

El presidente de la FIFA aseguró que " los hechos que tuvieron lugar en Udine y Sheffield son totalmente aborrecibles y completamente inaceptables"; y su apoyo a los jugadores afectados y reiteró que "no hay lugar para el racismo ni para ninguna forma de discriminación".

Infantino resaltó "que es necesario que los involucrados relevantes tomen medidas y que se empiece por la educación para que las generaciones futuras entiendan que esto no forma parte del fútbol ni de la sociedad".

Cabe recordar que el escándalo se desató en Inglaterra por un gesto racista de un hincha de Sheffield Wednesday, donde milita el chileno Juan Delgado, contra el delantero de Coventry City Kase Palmer en su duelo por la Championship el pasado sábado.

El mismo día, pero en la Serie A italiana, el portero francés de AC Milan, Mike Maignan, sufrió insultos desde la fanaticada de Udinese, que ofició de local. Ambos encuentros se detuvieron y encendieron el debate en Europa y todo el planeta fútbol.