Luego de completar un muy buen prólogo el último viernes, el binomio chileno de Ignacio Casale y Alvaro León terminó este sábado en el noveno lugar en la categoría de vehículos ligeros del Rally Dakar, con buenas aspiraciones de acuerdo a la estrategia trazada por el equipo.

Los primeros kilómetros fueron muy rápidos para la dupla nacional, quienes llegaron a ubicarse terceros en los tiempos, pero la etapa prometía ser de largo aliento y muy dura en la conducción para los pilotos y sus respectivos vehículos. Con ese escenario, el cuidado del Yamaha se volvió prioridad para administrar bien la carrera en estos primeros tramos, por sobre imponer el ritmo más veloz.

Luego de un pólogo corto, la primera etapa fue extenuante y puso a prueba a los binomios en competencia, con más de 400 kilómetros de zonas rápidas y con mucha piedra comprometedora para los neumáticos y el cuidado de los vehículos.

"Terminamos la etapa 1, totalmente de supervivencia, extremadamente dura, con un 90 por ciento de piedras muy afiladas. En el kilómetro 70 pinchamos nuestro primer neumático, por lo tanto después de eso decidimos bajar el ritmo bastante y nos vinimos más tranquilos para cuidar el Yamaha. Estaba muy fácil pinchar y podríamos haber pagado muy caro en tiempo algún problema mecánico si nos manteníamos a tope", declaró Casale tras la carrera.

"Esto recién comienza, estamos respetando la estrategia del equipo y vamos a seguir ocupando mucho la cabeza para conseguir los resultados que queremos alcanzar", añadió.