Rosario Central se coronó campeón de la Copa de la Liga de Argentina tras imponerse en una apasionante final ante Platense por 1-0, disputada este sábado en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero.

El encuentro comenzó con una temperatura de casi 40° grados celsius y terminó aún por sobre los 30°. Además tuvo un ambiente muy "caliente" en las tribunas, dado que antes del encuentro hinchas "canallas" protagonizaron graves incidentes en los accesos con la policía y fanáticos del "calamar" tuvieron complicaciones para llegar al recinto.

De hecho, segundos después de haber iniciado el compromiso se tuvo que detener por el lanzamiento de bengalas y objetos encendidos que llegaron muy cerca de la cancha.

El duelo vio su único tanto en los 40 minutos con una "joya" de Maximiliano Lovera, quien eludió a algunos rivales, uno de ellos con un túnel, para definir de buena forma ante el portero Ramiro Macagno.

En el arranque del segundo tiempo se vivieron momentos de mucho dramatismo, con el hijo del extécnico Mauricio Pellegrino, Mateo, protagonizando un choque de cabezas con Facundo Mallo y cayendo sobre una de las rodillas de Damián Martínez, quedando los tres lesionados, aunque Mallo siguió en cancha.

Pellegrino salió en ambulancia y fue trasladado a un hospital, donde fue acompañado por su padre, quien se encontraba en el estadio.

Por si faltaba algo en el partido, en los 89 minutos se fue expulsado Gastón Suso en el elenco que fue derrotado y que tiene como DT a Martín Palermo, lo que no impidió que se vivieran casi 10 minutos de tiempo agregado muy emotivos, con llegadas de lado y lado.

Tras el pitazo final, los rosarinos dieron rienda suelta a su alegría por su duodécimo título en el profesionalismo, el primero de la Copa de la Liga.