Boca Juniors se instaló en la gran final de la Copa Libertadores ante Fluminense, luego de vencer 4-2 por penales a Palmeiras en Brasil tras un 1-1 en el tiempo regular de la llave altamante reñida en el trámite.

La escuadra de Sao Paulo arrancó con la posesión, pero no logró romper frente a un equipo "Xeneize" que entró desde el inicio a aguantar atrás y arrancar de contra. Poco a poco se fueron calentando los ánimos.

La falta de profunidad y un despiste en defensa le costó caro al "Verdao". Boca jugó rápido al ataque con un carrerón de Miguel Merentiel, quien dejó solo a boca de arco a Edinson Cavani para el parcial 0-1 en los 23 minutos. Se reclamó una mano, pero al ser del zaguero Gustavo Gómez no se revisó.

El resto de la primera parte mostró una buena defensa "Azul y oro", que comenzó a desesperar a los dirigidos por Abel Ferreira. Palmeiras perdió la cabeza y terminó la etapa inicial pasado de revoluciones, con fuertes infracciones que derivaron en amonestaciones. El juez uruguayo Andrés Matonte tuvo un irregular cometido, con permisividad en las entradas.

Tras el descanso, los brasileños se esmeraron en mostrar una mejor versión gracias al ingreso de Endrick desde la banca, su figura y joven valor de 17 años que partirá a Real Madrid cuando cumpla los 18.

Marcos Rojo, capitán de Boca, tuvo una peligrosa pierna en alto sobre Endrick en los 50' que le valió su primera amarilla. Finalmente fue expulsado a los 65' por doble amonestación, por una barrida en evidente destiempo sobre Kevin, que atacaba a toda velocidad.

Sergio Romero tuvo grandes atajadas para salvar a su equipo. Sin emabrgo, reaccionó tarde en la feroz volea de Joaquín Piquerez que puso la igualdad en el minuto 73.

En el cierre de las acciones en su tiempo regular se dieron peligrosos "ollazos" locales y remates que fueron contenidos por Romero, una muralla para los intentos de Rony y buena figura del partido.

Ya en los penales, Cavani y Raphael Veiga fallaron los primeros servicios de ambos lados. Bruno Valdez convirtió para Boca y el capitán Gustavo Gómez vio su tiro atajado por Romero.

El segundo penal errado de Palmeiras tendría consecuencias, ya que nadie más falló desde los 12 pasos. Guillermo "Pol" Fernández convirtió el penal defeinitivo para la clasificación.

De esta manera, Boca Juniors no solo jugará con Fluminense por el título, sino que también se transformó en la primera escuadra de la historias en pasar a la final de la Libertadores sin ganar ninguno de sus partidos de eliminación directa. Empató todos y siempre pasó por penales.

La gran definición de "La Gloria Eterna" se jugará el sábado 4 de noviembre en Maracaná, curiosamente casa de Fluminense, en horario por determinar.