La selección australiana de rugby, campeona en los años 1991 y 1999, arrancó su periplo en el Mundial de Francia con pie derecho tras imponerse este sábado en París por 35-15 a Georgia.

Los "Wallabies" se impusieron gracias a un efectivo Ben Donaldson, quien firmó 25 puntos del total y favoreció al entrenador Eddie Jones, quien sorprendió con la decisión de incluir al anotador de 24 años por sobre Andrew Kellaway.

Donaldson, que sólo había disputado cuatro internacionalidades con los oceánicos, también contribuyó con dos touchdowns que permitieron a su seleccionado estirar la diferencia a 25 puntos cuando sólo restaban diez minutos para el final.

Durante ese lapso, Georgia logró descontar el aplastante resultado y, pese a su continúa progresión, se mantuvo sin dar un paso que lo consolide entre los grandes del rugby mundial.