En un adelanto de su última nota en Francia antes de concretarse por contrato su salida de PSG, el delantero argentino Lionel Messi se refirió por primera vez a la tormentosa relación que tuvo con un sector de la hinchada del elenco capitalino y reconoció que hubo "un quiebre" después de un inicio prometedor.

"Desde el principio fue algo muy lindo el recibimiento. Después la gente empezó a tratarme diferente, una parte del público del París, la gran mayoría me sigue viendo y tratando como al inicio, pero sí hubo un quiebre con gran parte de la afición", reconoció el próximo jugador de Inter Miami.

Pese a ello, el rosarino no guarda rencores: "No fue mi intención ni mucho menos, se dio así, anteriormente había pasado también con Mbappé y con Ney. Sé que es su manera de actuar, pero me quedo con la gente que siempre me respetó, como yo siempre respeté a todo el mundo desde que llegué. Nada más, es una anécdota".

Sobre lo que vivió en lo deportivo, Messi comentó que fue "a París porque me gustaba el club, tenía amigos, mucha gente conocida dentro del vestuario, compañeros de selección, compañeros que ya había conocido. Me parecía que más allá de lo que era el club iba a tener una adaptación más fácil que en cualquier otro lugar que pudiera ir".

No obstante, el campeón del mundo expresó que "fue una adaptación difícil, mucho más de lo que esperaba, más allá de que tenía gente conocida en el vestuario. Llegar tarde, no tener pretemporada, adaptarme al club, a una nueva manera de jugar, a la ciudad, que al principio costó".