Fernando Ramírez se defendió de las denuncias que terminaron con su salida de la presidencia de Cobreloa, sostuvo acusaciones contra el futbolista David Escalante y pidió una reunión extraordinaria de socios.

Esto se produjo tras el retiro de Ramírez del cargo, por parte del directorio "loíno", aludiendo "conductas del expresidente, todas reñidas con la legalidad".

Además, el directorio añadió que hubo "notable abandono de deberes, acoso laboral, desacato de acuerdos de directorio, transgredir equilibrio financiero, contratación de funcionarios sin acuerdo del directorio, no cumplir con las citaciones a reunión de directorio, poner en riesgo la imagen del club, poner en riesgo el patrimonio del club, no resguardar los intereses deportivos, entre otras".

El dirigente, por su parte, emitió un extenso comunicado en el que, entre otras cosas, expresó: "Deseo desmentir categóricamente las acusaciones sobre mi relación fuera de ley con personas de las barras de Cobreloa. Son falsas y carecen de sustento".

"Es falso lo expresado por el sr. David Escalante, jugador de la institución, cuando dice que cité a personas de la barra a una jornada efectuada al término de un entrenamiento (el jugador aseguró que fue para intimidarlos)", señala el documento publicado por el medio calameño En La Línea.

"Dicha actividad no tenía otra intención que entregar un saludo motivador para el equipo que iba a jugar de visita; algo en lo que estuvo de acuerdo el director técnico (Emiliano Astorga). Sin embargo, en medio de aquella jornada, el sr. Escalante intervino y, con sus dichos y actuar, ensució el momento", añadió.

Por otra parte, afirmó: "Ratifico una vez más la acusación contra el sr. Escalante (agresión), argumentando a mi favor que el origen de aquel episodio está referido a su malestar por la tardanza en el ingreso de un joven futbolista argentino que trajo el delantero para jugar en las inferiores del club, comparando la situación con la de otro nuevo jugador que rápidamente pasó el filtro".

"Lamento que el Sifup se sume a las acusaciones infundadas, teniendo solo una de las versiones, lo que me parece una pésima e irresponsable señal. En este sentido estoy tranquilo, puesto que tengo contundentes argumentos, los cuales serán presentados oportunamente en las instancias legales".

"En cuanto a los supuestos hostigamientos a trabajadores de la institución, aclaro que tampoco hay veracidad ni fundamentos y que se trata de una difamación. De existir algo sobre el tema, yo NO tengo responsabilidad directa".

Finalmente, señaló: "Expreso mi deseo de llamar a una Junta Extraordinaria de Socios con el único punto a tratar: La revocación total o parcial de este directorio, elegido democráticamente a fines del 2011, para de esta manera entregar gobernabilidad a la institución y, por sobre todo, que se haga valer la respetable opinión de los socios".