En el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso se realizó ayer martes la última audiencia del juicio que enfrenta a Everton de Viña del Mar con cuatro ex jugadoras, quienes demandaron al club para que éste reconozca el vínculo laboral que une a ambas partes. 

Durante la audiencia, Everton argumentó que el fútbol femenino de su club es de nivel amateur, por lo que no existiría dicha relación laboral.

Sobre esto, el abogado representante de las jugadoras, Manuel Guerra Castillo, indicó que esto "se contradice con lo que pudimos apreciar en el mismo juicio. A las demandantes se les definían horarios e instrucciones sobre cómo entrenar, cómo alimentarse, incluso cómo dar entrevistas en medios de comunicación. De esta forma, hablamos de una relación laboral", explicó.

"La situación de las demandantes y de la mayoría de las mujeres del fútbol nacional fue la que inspiró la ley 21.346, la que obliga a los clubes a escriturar contratos de trabajos y pagar remuneración. Por eso esperamos que la sentencia avance en esa misma dirección, reconociendo la existencia de lo que fue y ha sido hasta hoy una relación laboral encubierta en el fútbol femenino chileno", finalizó.

Durante la acción judicial, las partes debieron presentar testigos. Representando al club viñamarino, estuvo el gerente general Carlos Oliver, quien presentó como testigos al director de la rama femenina Ricardo Oliveira, y a Camilo Rozas y Gustavo Dalssaso, ambos gerentes deportivos de Everton.

Por parte de las demandantes, como testigos se presentó Iona Rothfeld, actual presidenta de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) y ex jugadora de Audax Italiano; y Carla Andrade, encargada de Planificación de la asociación y comunicadora deportiva en medios de comunicación especializados.

"Esperamos contar con un fallo favorable, ha sido un proceso largo y difícil especialmente para las jugadoras, pero estamos tranquilas con que se ha hecho todo para exponer nuestra realidad", señaló por su parte Rothfeld. La deportista también hizo énfasis en la forma que Everton ha abordado el caso: "es inadmisible que personeros de Everton durante este proceso hayan constantemente denostado la actividad y el trabajo que realizan las futbolistas llamándolas amateur y aficionadas", expresó. 

En concreto, la acción judicial presentada por las cuatro exjugadoras que Everton de Viña del Mar vulneró dos derechos fundamentales: el derecho a la igualdad y no discriminación; y la libertad de trabajo. Se espera que la sentencia se dicte el 29 de este mes de junio, aunque, según advirtió el juez de la causa, se podría retrasar algunos días.