Estados Unidos logró proclamarse campeón olímpico en el baloncesto masculino en Tokio 2020, al vencer en la gran final a Francia con un ajustado marcador de 87-82, en el Saitama Super Arena de la capital japonesa. 

Es la cuarta ocasión consecutiva en la que la escuadra norteamericana se queda con la presea dorada, y la decimosexta que se adueña en una cita olímpica. 

Con el liderazgo de Kevin Durant, los dirigidos por Gregg Popovich no pasaron mayores temores ante los galos, a diferencia del cruce que los enfrentó en el arranque de esta disciplina del certamen japonés. El jugador de Brooklyn Nets, se alzó como gran figura al registrar 29 puntos, seis rebotes y tres asistencias. 

No obstante, los galos dieron pelea en esta oportunidad. Con un inspirado Rudy Gobert, presionaron en todo momento a su rival, incluso cuando estos lograron escaparse a ratos en el marcador. También aportó Evan Fournier, con 16 puntos, tres rebotes y dos asistencias. 

Tras la primera mitad del encuentro, a los estadounidenses comenzaron a caerle los lanzamientos triples a favor gracias a Damian Lillard, que encestó en dos ocasiones de esa manera pese a no tener su noche más brillante. 

Ya sobre el final, la escuadra de la "barra y las estrellas" empezó a defender, tarea en la que estuvo brillante Jrue Holiday, que figuró con cinco rebotes y cerró muy bien los espacios cerca de su aro. 

De esta manera, y con el resultado final a su favor, Estados Unidos grita campeón nuevamente en unos Juegos Olímpicos en el baloncesto, despejando cualquier duda respecto a su arranque en el campeonato y pisando firme de la mano de Popovich en la banca.