Flamengo causó polémica en Brasil tras volver a los entrenamientos, desobedeciendo a las autoridades de Río de Janeiro, y pese a los numerosos casos de coronavirus que registraron hace un par de semanas.

Así lo informó Globo Esporte, detallando que el Alcalde de aquel estado, solo había permitido ejercicios de fisioterapia y bajo estrictas medidas sanitarias, por lo que calificaron los trabajos como "entrenamientos prohibidos".

Además, añadió que en una cancha habían nueve jugadores y cuatro miembros del cuerpo técnico, mientras que en el otro participaron 10 jugadores y otros cuatro asistentes.

La Federación del Estado de Río de Janeiro respaldó al actual campeón de la Copa Libertadores y el Brasileirao y señaló que solo se trataban de trabajos fisitoterapéuticos, algo que no convenció del todo, ya que durante la mañana las dependencias del club aparecieron rayadas con quejas contra el presidente Rodolfo Radim.