Liverpool concretó este sábado una revancha ante Flamengo y consiguió por fin el logro más esquivo en su historia. El campeón de la Champions League, que hace 38 años dejó escapar la opción conquistar el Mundial de Clubes (antes llamada Copa Intercontinental) al perder por goleada ante el "Mengao", venció esta jornada por 1-0 al monarca de la Copa Libertadores y alzó por primera vez la copa que lo acreditó como el mejor equipo del planeta.

La banda dirigida por el alemán Jurgen Klopp se impuso gracias al solitario tanto del delantero brasileño Roberto Firmino en el minuto 99. El cuadro "Red", seis veces campeón de Europa, rompió así una racha de tres finales del Mundial perdidas, todas ante clubes sudamericanos: ante Flamengo en 1981, Independiente en 1984 y Sao Paulo el 2005.

La nueva cita entre los dos gigantes, realizada en el Khalifa International Stadium de Doha, se desarrolló de forma dinámica y con mucha velocidad. En el primer tiempo Flamengo creció de forma sostenida tras enfocarse en la defensa por una arremetida inicial de los europeos, y apretó el fondo de Liverpool doblegando su cantidad de intentos al arco (seis).

En el segundo tiempo, sin embargo, Liverpool mejoró sus argumentos y en varios pasajes puso contra las cuerdas a los representantes sudamericanos. A los 48' Roberto Firmino deslumbró para limpiarse la marca y cuando disparó se encontró con la resistencia de un tubo metálico. A los 50', Mohamed Salah mantuvo la presión al conectar de primera, aunque se lamentó tras ver salir el esférico a centímetros del segundo poste.

La reacción de Flamengo fue conducida por Gabriel "Gabigol" Bargosa, aunque el protagonista de la final de la Libertadores ante River Plate estuvo poco fino al momento de buscar el arco.

Mohamed Salah consiguió agitar la red del rubro-negro a los 76', pero su acción fue anulada al determinarse que estaba viciada por un offside.

Crecía el suspenso y ante el inminente alargue Liverpool volvió a apretar el acelerador. Así, Sadio Mané tuvo una opción en los 90+1', aunque acabó en el piso tras una supuesta falta de Rafinha. Al darse la acción sobre la entrada del área, el árbitro marcó un penal, pero luego deshizo el cobro al confirmar con el VAR que el toque entre ambos jugadores fue frente y no dentro del polígono mayor.

Liverpool se vio mejor para afrontar el alargue. El entrenador Klopp había dado descanso a piezas claves en el anterior encuentro con Monterrey (semifinales) y para la media hora final se notó.

Más fresco, Liverpool pudo crearse ocasiones de peligro de forma constante ante un equipo que se resintió por los calambres, y en los 99', en un contragolpe al que Flamengo no pudo dar caza, se definió el partido. Firmino, en complicidad con Mané, marcó un golazo que lo inmortalizó en el club.