El karateca chileno Camilo Velozo, bronce mundial y subcampeón panamericano, acusó en la última prueba internacional del año, la Premier League de Madrid, el desgaste de una temporada exigente en la que subió al décimo puesto de la clasificación mundial.

"Un pequeño error, un ataque sin confianza" le llevó a perder por 3-2 su primer combate en la capital española ante el ex campeón mundial iraní Amir Mehdizadeh, que luego avanzó hasta la final de -67 kilos.

Velozo ganaba por 2-0, alentado desde el cajón por el nuevo entrenador de la selección chilena, el egipcio Ahmed Hussein.

"Entonces cometí un pequeño error: ataqué sin la confianza que necesitaba y mi oponente aprovechó esa oportunidad, tomó ventaja y luego ya no pude volver a lograr un punto efectivo", relató a EFE el deportista de Santiago, medalla de plata en los Juegos Panamericanos disputados en agosto en Lima.

Velozo salió del tatami desesperado y dio vueltas inquieto por los pasillos del Madrid Arena hasta encontrar el consuelo de sus técnicos y compañeros.

Más calmado unos minutos después, reconoció "un puntito amargo" por su rápido paso por la ultima escala de la liga mundial 2019. "Pero con harto que trabajar. De todo se puede aprender algo", dijo.

"No cumplimos este objetivo, pero se viene el grande", añadió en referencia a su gran meta: la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.

"Estoy décimo en el ranking mundial, probablemente con esto voy a bajar un poquito, pero eso no cambia la meta, que es llegar a Tokio", indicó.

"Mi principal objetivo es entrar por ranking, que está difícil, sobre todo con el resultado de hoy. Pero aun así es posible. Si no, la única opción que me quedaría sería el Selectivo Olímpico de París en mayo. Se puede", afirmó Velozo, principal opción olímpica del kárate chileno.

El entrenador Ahmed atribuyó la derrota a un instante de relajación. "Perdí un par de oportunidades en las que podía haber conseguido puntos, pero él dijo que estaba tranquilo y que a trabajar lo que queda", expresó Velozo, para quien en su deporte, "a este alto nivel, todo es mental".

El karateca aludió a un año de viajes continuos por el mundo en busca de los puntos necesarios para lograr la clasificación olímpica. El último, este de Madrid, "un vuelo de 12-14 horas, más el cambio de hora".