Brasil remontó una apasionante final ante México y se proclamó campeón del Mundial sub 17
El "Scratch" definió en los descuentos el partido a su favor.
Brasil remontó una apasionante final ante México y se coronó campeón del Mundial sub 17 organizado en su país, con un marcador de 2-1 a su favor y logrando en la agonía el tanto de la victoria.
El "Scratch" dominó de forma inapelable el primer tiempo, con llegadas desde todos los sectores de Gabriel Veron, Joao Peglow y algún intento de jugadores más defensivos, pero sin éxito en el finiquito, aunque dejando muy entusiasmado al público que repletó el Estadio Bezerrao en Brasilia.
Esta tendencia se mantuvo en el complemento, aunque con menos intensidad de los locales, algo que aprovechó el conjunto mexicano para generar algunos contragolpes, de los cuales nació uno con la apertura de la cuenta, mediante el volante Bryan González, quien en los 72' impactó de cabeza un impecable centro para poner la sorpresa.
A esa altura, el técnico "Tri", Marco Ruiz, ya había sacado del campo de juego a su máxima figura Efraín Álvarez, potenciando un gran trabajo defensivo, que resultó a la perfección hasta el minuto 82 de partido, momento en el que el juez del encuentro cobró penal para los brasileños , con ayuda del VAR, luego de una dudosa infracción en el área "azteca".
Todas estas dudas no estuvieron en la cabeza de Kaio Jorge, quien ejecutó de forma impecable la pena máxima para empatar el partido, encender a la multitud que fue a apoyar a la "Canarinha" al estadio, y provocar un final infartante.
El gol, como era previsible, significó un envión anímico muy importante para el elenco dueño de casa, que tras varios embates finales, terminó inclinando el partido a su favor en los 90+2', mediante un tanto de Lazaro, jugador que ingresó en el segundo tiempo, y que ya había sido figura al marcar el 3-2 definitivo ante Francia en semifinales, también en los últimos minutos.
Con esto Brasil llega a su cuarta corona en la Copa del Mundo Sub 17, luego de las conseguidas en 1997, 1999 y 2003, y evitando que los norteamericanos consiguieran su tercer trofeo.