La policía búlgara detuvo a cuatro hinchas de la selección local por los incidentes racistas del pasado lunes en el partido Bulgaria-Inglaterra (0-6) en Sofía, según informó este miércoles el ministerio del Interior del país balcánico.

Tras la detención de esos cuatro hombres se esperan más arrestos a lo largo del día, sobre todo de sospechosos que se encuentran fuera de la capital, agregó el ministerio en un comunicado.

El partido, que terminó con la peor derrota de Bulgaria en un partido oficial jugado en casa, fue interrumpido dos veces en la primera parte ante los insultos racistas de la hinchada local contra algunos jugadores negros de Inglaterra.

Además, en las imágenes de televisión se ve como varios seguidores búlgaros hacen el saludo nazi.

El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, dijo este miércoles ante la prensa que este incidente es muy desagradable para Bulgaria, y recordó que el país salvó a sus 50.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial

Ayer martes, el Ministerio Exterior citó a la embajadora del Reino Unido en Sofía para asegurarle que Bulgaria no es un país racista, al tiempo que el Gobierno búlgaro expresó su malestar por algunos titulares de la prensa británica, que calificaron a los búlgaros como "una vergüenza" o "idiotas".