El presidente de la Federación de Fútbol de Bulgaria, Borislav Mihaylov, presentó su renuncia luego del escándalo vivido el lunes en el amistoso entre la selección de ese país y la de Inglaterra a causa de episodios de racismo por parte de los hinchas.

El encuentro, que ganó 6-0 el equipo visitante en Sofía, estuvo detenido en dos oportunidades durante el primer tiempo cuando algunos seguidores locales realizaron insultantes demostraciones hacia los jugadores rivales Raheem Sterling, Tyrone Mings y Marcus Rashford.

Tras eso, el Primer Ministro búlgaro, Boikko Borissov, pidió la renuncia de Mihaylov, debido a la indignación que le causó una nueva polémica en un estadio de fútbol que ya fue castigado por asuntos similares.

"Es inadmisible que Bulgaria, uno de los países más tolerantes, esté asociado al racismo y a la xenofobia, cuando personas de etnias y religiones diferentes viven aquí en paz", escribió en su página de Facebook. 

El ministro de Deportes del país, Krase Kralev, detalló luego sobre el pedido del jefe de Gobierno: "Borissov me llamó urgentemente. Sabemos que en los últimos cuatro años, el gobierno ha hecho mucho por el desarrollo del fútbol búlgaro. Pero después de los recientes acontecimientos, teniendo en cuenta los incidentes que recorrieron el mundo, me ordenó suspender cualquier relación con la Federación, ​​incluidos los financieros, hasta la renuncia de Borislav Mikhailov".