El chileno de 29 años Erwin Feuchtmann se presentó como "un soldado" para el equipo español de balonmano Abanca Ademar, que lo sumó para las dos próximas temporadas, después de ser el máximo goleador de los Panamericanos de Lima 2019.

Feuchtmann, integrante de una saga de jugadores, en una experiencia similar a los argentinos Simonet, cuyo primogénito Sebastián militó hasta la pasada temporada en Ademar, se comprometió con el conjunto leonés antes de la llegada del técnico Manolo Cadenas.

Por ello, reconoció que su situación "no ha sido fácil", por lo que consideró que su actuación en los Panamericanos, donde disputó ante su actual entrenador la final, "fue importante para poder mostrar el juego".

De hecho, durante el campeonato mantuvo "en el subconsciente" el hecho de querer demostrar al técnico leonés sus posibilidades para poder jugar, no solo como lateral izquierdo, su posición más habitual, sino también como central, función que ha desempeñado las últimas temporadas en el balonmano alemán y francés.

En este sentido, Manolo Cadenas afirmó durante la presentación que "no había dudas sobre su calidad, pero se necesitaba un central puro y donde más aporta es en el lateral, pero puede ayudar con su versatilidad, defensa, presión, correr el contragolpe, intensidad y lanzar de proximidad o distancia".

El nuevo jugador ademarista señaló que antes de la disputa de los Juegos Panamericanos se hubiera conformado con la medalla de bronce "tal y como venía Cuba e incluso Estados Unidos, pero aunque la plata fue histórica y se demostró que Chile está en ascenso, en la final no se estuvo al cien por ciento".