Desde hace un mes, los ciclistas nacionales Antonio Cabrera y Felipe Peñaloza están entrenando en Colombia de cara a su gran meta de este año: ganar la medalla de oro en la prueba Madison de los Juegos Panamericanos de Lima, que serán del 26 de julio al 11 de agosto.

La dupla chilena ha estado en Medellín y Cali, practicando en ruta y en pista, tras haber competido en Italia del 6 al 11 de junio pasado contra los mejores del mundo en "Los Seis Días de la Rosa", tradicional competencia de carácter UCI efectuada en el Velódromo Attilio Pavesi de la norteña ciudad de Fiorenzuola d'Arda.

En esa competencia terminaron cuartos en la Madison por el equipo Rosti Maglificio entre veinte parejas de todo el mundo, entre las que se contaban varias de campeones mundiales, olímpicos y europeos, y sumaron puntos para las clasificaciones a los Mundiales y a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Antonio Cabrera y Felipe Peñaloza llegarán a la capital peruana desde Colombia cinco días antes de la Madison panamericana, que será el domingo 4 de agosto y cerrará el ciclismo de pista en el recinto con sede en la Villa Deportiva Nacional limeña.

"La preparación ha sido bastante dura y extensa, pero muy buena. Hemos trabajado fuerte, lo que nos da tranquilidad para lo que vamos a hacer en los Panamericanos. Vamos confiados a Lima y lo único que queremos es que llegue el día de la carrera. Nos encontramos enfocados en ganar la medalla de oro. Ser segundos o terceros sería un fracaso, considerando todo lo entrenado", señaló Cabrera.

"Viajamos a Colombia porque son potencia mundial del ciclismo. Llega gente de todos lados a practicar y acá todo gira en torno a la bicicleta, lo que es muy motivante. En Colombia se respira ciclismo y están todas las condiciones para trabajar bien. Además, el buen resultado que logramos en Italia nos animó aún más. Quedó ratificado que tenemos el nivel, la mente y las piernas para estar arriba en Lima", agregó.

Su compañero Felipe Peñaloza añadió que "cada vez falta menos para los Panamericanos y estamos convencidos de que el trabajo ha sido muy bueno. A Colombia llegamos para afinar los últimos detalles, porque la labor de base estaba hecha. Acá e encontramos buen clima y buenas rutas, y nos escapamos del frío y de la contaminación de Santiago. Hemos corrido en una pista abierta en altura, lo que es una buena estrategia para lo que encontraremos en Lima, a nivel del mar y bajo techo".