Sol, cielo azul, calor y humedad, marcas de Río de Janeiro, la ciudad que este viernes recibirá el segundo partido de cuartos de final de la Copa América, imperaron este jueves en el último entrenamiento de Argentina en el que se trabajó a fondo la definición a puerta y la puntería desde el punto penal.

La sesión en la sede del club Fluminense resultó plácida y distendida, muy diferente de las mañanas tensas que vivieron los jugadores y el entrenador Lionel Scaloni hasta antes de obtener la clasificación desde el Grupo B.

Con el desafío de encontrar fórmulas claras para romper el viernes en el Estadio Maracaná la férrea defensa de Venezuela, los responsables del plantel albiceleste abrieron sus puertas al público mientras los jugadores se aplicaron en trabajos de coordinación en defensa y ataque.

Allí se pudo confirmar la presencia de los dos cambios que ya había insinuado el técnico: Marcos Acuña y Germán Pezzella completaron el once titular probable en lugar de Giovani Lo Celso y Renzo Saravia.

En la recta final de la sesión se practicaron lanzamientos de penales en una práctica que fue a puertas abiertas, e intensa y distendida al mismo tiempo, similar a la del pasado miércoles.