Este lunes Xavi Hernández escribió el último capítulo de una historia que se prolongó por 20 años, nueve meses y dos días. El mediocampista que guió a sus mejores éxitos a a la selección española y a FC Barcelona se retiró del profesionalismo.

Xavi colgó las botas en el Estadio Azadí de Teherán en un partido de la Copa de Asia entre su club, Al Sadd de Qatar y Persépolis de Irán. El resultado fue un anecdótico 2-0 en contra para un gigante que logró 33 títulos, entre ellos la Copa del Mundo del 2010, las Eurocopas del 2008 y 2012, además de cuatro Champions Leagues y dos Mundiales de Clubes con el Barça.

"Todavía recuerdo cuando era un niño: la ilusión de jugar al fútbol, de tocar el balón, de disfrutar con mis hermanos, mi hermana y amigos en cualquier partidillo. Hoy con 39 años todavía disfruto del fútbol profesional con la misma ilusión de entonces", escribió el ahora ex jugador en sus redes sociales para despedirse de los fanáticos.

"Es por eso que simplemente puedo decir: ¡Gracias! Muchísimas gracias al fútbol y a todas las personas que han formado parte de mi vida personal y futbolística. Añoraré mucho, muchísimo, la sensación de tocar el balón en un estadio", agregó.

Si bien la extensa y laureada trayectoria de Xavi en las canchas se acabó, ahora dará el salto a la banca: "La idea es empezar de entrenador en Qatar, que no hay tanta presión, para probarme a mí mismo y para ganar experiencia, y el objetivo es volver a Europa y principalmente al Barca", dijo en la previa a su último partido.

Se trata de la segunda despedida de Xavi, que en su salida del Camp Nou el 2015 para partir al desierto qatarí fue condecorado en un emotivo acto: partía el hombre que más veces defendió la elástica azulgrana. En ese entonces ya había adelantado: "No es un adiós, sino un hasta luego".