El esquiador austríaco Max Hauke fue captado in fraganti por la policía de su país mientras se dopaba con su propia sangre y ello quedó registrado en un video que se volvió viral en redes sociales.

El atleta fue detenido en el marco de la denominada "Operación Sangría", fruto de una investigación sobre una red criminal que se dedicaba al fraude y al dopaje mediante distintas sustancias y métodos.

Hauke fue uno de los cinco deportistas detenidos -dos austríacos, dos estonios y un kazajo- en la localidad austríaca de Seefeld, donde se disputa el Mundial de esquí nórdico.

Hauke fue puesto en libertad este viernes con medidas cautelares, junto con otros dos deportistas, después de que colaborara en la investigación y la Fiscalía no creyese necesario mantenerlo en prisión preventiva.

En concreto, la investigación se refiere al uso de dopaje sanguíneo, mediante el que los deportistas se extraen y congelan su propia sangre meses antes de las competiciones, para volver a inyectársela poco antes de competir para elevar así la capacidad cardiaca y respiratoria.

Los cinco deportistas pueden ser acusados de fraude, y enfrentarse a una pena de hasta tres años de cárcel. Según la legislación austríaca, el dopaje solo es delito si se le aplica a otra persona, algo que no es el caso al tratarse de dopaje con la propia sangre.

Cabe señalar que el policía que grabó las imágenes quedó suspendido de sus funciones, al exponer pruebas de la investigación de forma pública. Por su falta puede enfrentarse a un procedimiento disciplinario, según anunció la radio pública austriaca.

El momento en el que Hauke es sorprendido: