El arquero boliviano Carlos Lampe partió de Huachipato a Boca Juniors para jugar la Copa Libertadores, sin embargo, solo pudo sumar minutos en la banca xeneize aunque en su paso por el club argentino se queda con varios recuerdos, buenos y malos.

Porque si bien rescata la experiencia de haber estado en el club más popular de Argentina, en la memoria también queda el apedreo que vivió el bus de Boca en la previa del suspendido partido ante River Plate, incidente que obligó a jugar el duelo decisivo en Madrid.

"Fue un momento muy duro y de desesperación, tiraron gas y no había hacían donde escapar, estaban los vidrios rotos y seguían tirando piedras. Yo justo estaba en una venta que no se rompió, pero la de adelante y la de atrás se rompieron. Entraban y entraba piedras y lo único que pude hacer fue agacharme y usar mi mochila como escudo", contó el arquero en entrevista con El Mercurio.

Lampe contó que se quedó "con una espina, porque no me tocó jugar, para demostrar por qué me trajeron. Pero siempre traté de sumar al grupo desde el lugar que me tocó".

"Tengo contrato por un año más en Huachipato, en el caso de que Boca no haga uso de la opción de compra. También hay propuestas de otros equipos, pero la prioridad es Boca", añadió.

"Fue una bendición. Nunca me arrepiento de mis decisiones y menos de esta. Pude conocer lo que es este club maravilloso, a su gente y a grandes compañeros", completó.