La Conmebol resolvió que la revancha de la final de Copa Libertadores de América 2018 entre River Plate y Boca Juniors se jugará en un día a definir, entre el 8 y 9 de diciembre, y será fuera de Argentina.

A través de un comunicado, el organismo que rige el fútbol sudamericano informó que "conforme a los hechos de violencia ocurridos en Buenos Aires, los cuales pusieron en riesgo la seguridad de jugadores, oficiales y aficionados (...) resulta prudente que el partido final no se juegue en dicho país".

El escrito apunta al artículo 4 del reglamento del torneo, donde se estipula que la idea de la Conmebol es "garantizar principios de integridad, continuidad y estabilidad de las competiciones (...) las competiciones de la Conmebol exigen la colaboración de todos los involucrados para prevenir comportamientos antideportivos, particularmente la violencia".

Además, el artículo 35 puntualiza que si existe alguna dificultad para disputar un partido en la sede, fecha y horario estipulado, "quedará a juicio de la Conmebol adoptar las modificaciones que considere pertinentes y podrá, a su criterio, modificar fechas y horarios, cuando lo considere prudente o necesario. También podrá cambiar la sede del encuentro como alternativa de solución".

Por ello, la Conmebol resolvió que "el partido de vuelta se jugará entre los días 8 ó 9 de diciembre, en horario y sede a definirse por la administración de la Conmebol, sujeto al fallo del Tribunal Disciplinario".

También la entidad con sede en Paraguay se hará cargo de los gastos de viaje, hospedaje, alimentación y traslado de hasta 40 personas por delegación".

Por último, estipuló que la misma Conmebol "establecerá las coordinaciones de seguridad con las autoridades correspondientes".