La ciudad italiana Génova ofreció este lunes el Estadio "Luigi Ferraris" para disputar la vuelta de la final de la Copa Libertadores entre el Boca Juniors y el River Plate, aplazada tras los altercados violentos del sábado.

El gobierno municipal de la ciudad italiana publicó esta invitación "oficial" ya que, recordó, los dos equipos argentinos que disputan la final del principal torneo del continente latinoamericano "fueron fundados por genoveses a comienzos del siglo XX".

"Estaríamos muy orgullosos de acogerles en la que, en un cierto sentido, representa su primera casa", declaró en un comunicado el concejal de Deportes, Stefano Anzalone.

En el primer duelo de esta serie final, Boca Juniors y River Plate empataron 2-2 en el La Bombonera; sin embargo la vuelta, que debía disputarse en el Monumental de Nüñez, sufrió dos aplazamientos.

La primera vez fue el pasado sábado, después de que el autobús que transportaba a los jugadores de Boca fuese atacado por aficionados de River, que rompieron los vidrios del mismo con piedras y botellas.

El partido se postergó dos veces el sábado, luego se programó para el día siguiente, el domingo, pero finalmente se suspendió.

La Conmebol y las directivas de ambos clubes argentinos decidirán este martes cuándo y en qué condiciones se jugará el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.

En espera a esta reunión, Génova se puso en contacto con el presidente del Boca Juniors, Daniel Angelici, y con el del River Plate, Rodolfo D'Onofrio "para invitar a los dos clubes a volver a sus propios orígenes