Por Marcelo Barticciotto, @marcelobarti

¿Habrá algún hincha del fútbol que se haya perdido éste partido? No creo. Acaparó la atención mundial y no defraudó, hubo fútbol, coraje, pasión y un montón de condimentos que lo hicieron muy atractivo.

Los dos equipos, cada uno con su forma, quisieron ganar, fueron a buscar el partido. La historia de ambos así lo exige, la historia de ambos los obliga, y los equipos grandes y llenos de éxitos no pueden negarla.

River fue más el primer tiempo, Boca lo emparejó en el segundo. El equipo de Gallardo necesita del funcionamiento para llegar al gol, el de Barros Schelotto depende más de sus individualidades para hacerlo.

Fue una verdadera fiesta en las tribunas (el ideal hubiese sido con hinchas de River, pero se sabe desde hace tiempo que en Argentina en temas de violencia el ideal ya no existe) y en la cancha.

La final quedó abierta, no hay ningún favorito, en los papeles quedó mejor parado River, pero ninguno de los dos equipos se achica en el estadio del otro, así que el destino de la Copa es incierto.

Y una reflexión para los hinchas pero especialmente para los dirigentes de nuestro fútbol, sobre todo a los de los equipos grandes de nuestro país, si ustedes piensan que esto es casualidad, están muy equivocados, porque estos equipos invirtieron casi 40 millones de dólares e invierten en sus divisiones menores y de esa forma se está mucho más cerca del éxito.

¿Ustedes creen que por arte de magia y por gracia del cielo algún equipo chileno estará cerca de jugar éstas instancias? No. Hace tiempo que están equivocados, y no se dan cuenta, espero que sea así, porque lo más grave sería que sí se den cuenta y les dé lo mismo. Total la historia y sus hinchas importan poco.