El club japonés Kashima Antlers se adjudicó el título de la Liga de Campeones de Asia al empatar a cero en la vuelta de la final en el feudo del club iraní Persepolis y clasificó al Mundial de Clubes, torneo en el que solo falta por conocer al representante sudamericano, el campeón de la Copa Libertadores.

El conjunto nipón se hizo por primera vez en su historia con este título al resistir en el Azadi Stadium de Teherán y rentabilizar el 2-0 con los goles de Leo Silva y Serginho que había conseguido en su campo la semana pasada.

Los hombres de Branko Ivankovic lo intentaron por todos los medios en busca de un gol que les metiera de nuevo en la final y llegar con opciones a la fase definitiva del partido, pero el cuadro de Go Oiwa aguantó con autoridad.

Japón, de esta forma, mantiene el dominio en la Champions asiática, ya que Kashima Antlers heredó el trono que conquistó en 2017 Urawa Red Diamonds. El otro cuadro nipón campeón continental fue Gamba Osaka en 2008.

En el Mundial de Clubes, Kashima se enfrentará a Guadalajara el próximo 15 de diciembre en el estadio Hazza Bin Zayed de Al Ain City. El ganador se medirá el 19, en el Zayed Sports City Stadium de Abu Dabi, a Real Madrid, campeón de Europa.

El campeón asiático tuvo la oportunidad de participar en la edición de 2016 del Mundial, en la que sorprendió al plantarse en la final, en la que plantó cara al Madrid, tanto que tan solo cedió (4-2) tras la prórroga.

Ya solo queda por conocer el nombre del representante sudamericano. Boca Juniors y River Plate dirimirán a partir de este sábado la final de la Copa Libertadores.

El Mundial comenzará el 12 de diciembre con la eliminatoria previa entre Al Ain, anfitrión, y Wellington, campeón oceánico. El vencedor se medirá en cuartos al club tunecino Esperance, vencedor en la Liga de Campeones africana el 15, día del choque entre el Kashima y Guadalajara.