Boca Juniors sufrió, pero igualó en los últimos minutos ante Cruzeiro por 1-1 como visitante, asegurando su clasificación a semifinales de la Copa Libertadores, fase en la que se enfrentará a Palmeiras, verdugo de Colo Colo.

El encuentro fue intenso desde el inicio, de hecho, antes del minuto de juego, los dueños de casa ya habían avisado mediante el volnate uruguayo Giorgian De Arrascaeta, con un fuerte disparo desde fuera del área.

No obstante, el elenco de Belo Horizonte fue operdiendo precisión con el pasar de los minutos, lo que fue asentando a la visita en la cancha, aunque el dominio seguía teniendolo la escuadra dirigida por Mano Menezes.

La incidencia más importante para los brasileños, se produjo en el final del primer tiempo, cuando el delantero Hernán Barcos mandó el balón, al fondo de las redes rivales, situción que fue anulada, eso sí, por el juez juez del encuentro uruguayo Andrés Cunha (45+2'), por una falta de Dedé, jugador brasileño que había sido expulsado en la ida, pero finalmente absuleto por la Conmebol.

En el complemento, el entrenador Menezes sabía que debía mandar una señal a la cancha, más aún con la insitencia del público que quería rápidamente un gol. Es por esto que, ayudado con los canticos de la hinchada, envió a la cancha al delantero Sassá (56').

Y si el DT pensaba que el cambio podía generar efecto, jamás pensó que sería tan pronto, ya que apenas a los 30 segundos de haber ingresado, el atacante Sassá marcó de zurda el 1-0 para los de Minas Gerais.

Con ese tanto en la canasta, el elenco "raposa" tomó un segundo aire, el cuál le sirvió para encajonar a los "bosteros" que además colaboraron con importantes errores del portero Agustín Rossi, que casi le cuestan el empate global.

Con todo el sufrimiento incluído Boca Juniors comenzó a generarse algunas contracargas, las cuales se concretaron sobre en el minuto 94, cuando el delantero Cristián Pavón igualó el encuentro con un potente remate desde fuera del área.