La columna de Aldo Schiappacasse: Colo Colo, entre la humillación y la historia
Revisa la opinión del comentarista de Al Aire Libre tras la eliminación alba.
Por Aldo Schiappacasse, @AldoRomuloS
La derrota de Colo Colo ante Palmeiras en la Copa Libertadores colocó a los albos frente a una doble encrucijada histórica.
Por un lado, en el juicio crítico a la labor de Héctor Tapia, el técnico que enmendó los rumbos en el certamen y lo metió, por primera vez en dos décadas, entre los ocho mejores del continente. Acompañado sólo por argentinos y brasileños, lo que aumenta el valor de la campaña. Es verdad que el camino recorrido por Tapia fue conservador y defensivo, pero fue ese estilo el que le sirvió para revertir una tendencia que parecía irreversible para el cacique, que vivió anualmente la frustración de tempranas eliminaciones en la Copa.
Seis derrotas en los últimos seis partidos y el deterioro de su relación con Valdés y Fierro, dos referentes del plantel condenarán al entrenador, que ya tiene una meta establecida para salvarse: rematar entre los tres primeros del campeonato local para volver la próxima temporada al primer plano internacional.
Pero Palmeiras no sólo sacó a los albos a la pizarra en la evaluación futbolera, sino también histórica. Poco antes de saltar a la cancha en el Allianz Parque, un documental llamado "Todos querem Colo Colo" fue estrenado en el Museo del Fútbol de Sao Paulo. La temática coincide con los festejos del 5 de octubre, ya que investiga la hipótesis de que el Cacique fue apoyado por la dictadura de Augusto Pinochet.
De hecho, el 1 de octubre de 1988, el diario La Tercera publicó en portada el célebre anuncio del dictador sobre los 300 millones que serían aportados para la terminación del Estadio Monumental, lo que nunca llegaría a concretarse, ya que se trató de un mero acto electoral que contó –otra vez- con amplia difusión de la prensa oficialista.
Murilo Megale, el realizador, viajó hasta Chile para recoger testimonios que refrendaran la teoría, amparado en el convencimiento –como lo deja en claro en su reportaje- de que en todos los países futbolizados suele ocuparse políticamente al club más popular con fines políticos o electorales, lo que resulta indesmentible en el caso de los albos, que sirvieron de trampolín político para la primera candidatura de Sebastián Piñera a la presidencia de la República.
En apenas unas horas, Palmeiras puso a Colo Colo frente a su propia historia, en un debate que, al menos en lo que se refiere a su futuro inmediato, está absolutamente abierto. La lógica indica que, en las próximas semanas, la búsqueda de un nuevo entrenador convierta a Marcelo Espina en el verdadero protagonista del destino blanco.